Hace Un tiempo atras, yo estuve conversando con una mujer y su marido. En tono de broma me dice, "En mi casa, yo siempre tengo la razón."
Su marido en una forma insatisfecha dice, "Ella vive siempre en que esta correcta! Desafía todo lo que decimos", refiriéndose a sí mismo y sus hijos. Ella pronto contesta y dice "Él sólo odia que yo siempre tengo la razón." con una gran sonrisa en su cara. Ahora bien, esto podría haber sido divertido ... excepto que no era broma. Ella no reconoce que su deseo de tener razón todo el tiempo estaba conduciendo la casa al punto que todo el mundo a su alrededor estaba equivocado. Ella creo que podría estar creando la reseta para la pérdida de su esposo e hijos y el agotamiento de su sentido de valor y el valor. Lamentablemente, ella ni siquiera se dan cuenta.
A veces nosotros tenemos que saber cuándo dejar que las cosas vallan, a pesar de que usted puede pensar que tiene toda la razón. Si usted siempre tiene que ganar y que le hace sentirse el campeón en su casa. Si nunca deje que su cónyuge o sus hijos ganen un debate o incluso un simple juego de domino, está creando un espíritu de derrota en el interior de ellos. Eventualmente, su familia acaba de perder y dejar de intentar que la pasión de ganar. Todos deseamos vivir con personas ganadoras y nuestro objetivo debería ser eso. Cuando las personas se casan, deben de entender que son un equipo y no necesariamente tienen que pelear para ver quien esta correcto. A veces aunque nuestra mente este gritandonos que tenemos la razón, debemos de tomar en cuenta que también los demás puedan tener razón. Hay que dar la oportunidad, hay que crear ganadores, campeones a nuestro alrededor. Si creamos campeones en nuestra familia, también nosotros automaticamente nos combertimos en campeones.
¿Cómo vino la razón al mundo? De una manera racional, como debía ser
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